En los últimos años, los deportes electrónicos o eSports han experimentado un crecimiento exponencial, captando la atención de millones de jugadores y espectadores en todo el mundo. Si bien algunos aún desconocen la magnitud de este fenómeno, es innegable que los eSports han llegado para quedarse y están generando un impacto significativo en la sociedad.
¿Deporte o cultura?
Uno de los principales objetivos de la industria de los eSports a nivel mundial ha sido equipararse a los deportes tradicionales. Esta aspiración es comprensible, dado que comparten características como la competitividad y la capacidad de atraer inversiones. Sin embargo, quizás este enfoque no sea el más adecuado, especialmente en el contexto español.
Recientemente, expertos y profesionales del sector han comenzado a cuestionar si la búsqueda del reconocimiento de los eSports como deporte es el camino correcto. En el primer eSports Summit celebrado en España, varios ponentes coincidieron en que los eSports deberían marcar su propio camino y evolución, en lugar de intentar encajar en el molde de los deportes tradicionales.
El enfoque cultural
La clave para impulsar el reconocimiento y la aceptación de los eSports podría estar en su enfoque como elemento cultural. Esta perspectiva ha demostrado ser efectiva en países como Reino Unido, donde las autoridades han comprendido mejor el valor de los eSports al presentarlos como un complemento a la formación de los jóvenes, similar al ajedrez, que estimula su desarrollo intelectual.
Es fundamental recordar que los eSports tienen su origen en los videojuegos, una expresión artística que ha luchado durante años para ser reconocida como elemento cultural. Los eSports, aunque enfocados en la competición, no dejan de poseer elementos culturales propios, como su lenguaje, costumbres y medios de transmisión. Además, generan comunidades apasionadas y fomentan valores como la amistad, la colaboración y la superación personal.
Reflexiones
El estado actual de los eSports en España no difiere significativamente del resto del mundo, exceptuando algunos países asiáticos. Es necesario dar tiempo a los eSports para que se asienten y sean comprendidos por el gran público.
Quizás, en lugar de intentar forzar el reconocimiento de los eSports como deporte, sería más efectivo aprovechar su potencial como elemento cultural. Los eSports son una manifestación de la cultura de nuestra generación, y demostrar su valor en este ámbito podría ser la clave para impulsar su conocimiento y aceptación en todos los niveles de la sociedad.
Los eSports son mucho más que una disciplina deportiva. Son una expresión cultural única, con su propio lenguaje, costumbres y valores. Al reconocer y celebrar esta dimensión cultural, podríamos abrir nuevas vías para el crecimiento y la consolidación de los eSports en España y en el mundo.